jueves, 14 de marzo de 2019

FIAT LUX vs. Mundo



Entre tanto por decir, desde el ámbito psicológico, sobre la imagen bíblica del fiat lux (Hágase la luz) -mencionada en el Libro del Génesis (1, 3)- cabe lo siguiente:

Que el mundo, y todo lo implícito (subjetiva y objetivamente) en esta palabra y concepto, te sirva de experiencia. Pero nunca recibas su imagen como patrón absoluto. No cedas a esa cotidiana y coloquial tentación que reza: "Así lo hace todo el mundo".

El día que lo hagas, si eres atento, notarás que ya tu luz no brilla, sino que como un burdo espejo reflejarás la luz ambiental. Siendo ésta tan difusa, confusa y polivalente (un compuesto de otros tantos reflejos de disimiles espejos). A la postre provocará en tu alma un desconcierto visual (existencial, emocional, cotidiano y muy vital) que a la devendrá en ceguera. Tal vez no física, sino peor aún, psicológica y espiritual.

En pocas palabras: A imagen de un sol terrenal, aprende de las luces entorno a ti sin volverte insensible a su influencia. Pero nunca pongas en ellas tu foco (atención, corazón). Pues todos, conscientes o no, poseemos un "centro". Foco del que mana (como de una fuente) toda luz para cumplir su cometido esencial: iluminar allá donde exista carencia.


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