jueves, 21 de febrero de 2019

La que come su cola

Ante la Asamblea del bosque, cuenta la leyenda, dijo en una ocasión la serpiente:

"Si la vida es corta o larga, eso dependerá siempre.."

Al momento se alzó una voz entre la multitud. Era el papagayo que, haciéndo gala de su petulante laleo, se pronunció con absoluto y zoogógico (*) discurso:

"Siempre escuché, y tal cual lo repetí con servil fidelidad, que LA VIDA ES MUY CORTA. ¿Entonces dependerá -inquirió erizando su plumaje pretencioso- de qué?"

Con tono sibilante y discurso oracular respondió el venerable ofidio:

"Según sea el alcance del pensamiento, el vuelo de la razón, y la altitud de tu sabiduría. Así será la longitud o brevedad de la VIDA. Pues ésta, más allá de los movimientos somáticos y el admirable concierto biológico, alienta con su flujo y reflujo. Penetrando, rociando y haciendo germinar los rincones de todo el Macrocosmos, el tangible y el intangible. En referencia a esto ya dirá uno de mis fieles discípulos, la Musa de Cos (**), que EL ARTE ES EXTENSO PERO BREVE LA VIDA ("Ars longa, vita brevis"). Pues así como el músico podría componer una pieza potencialmente infinita (Ars Longa), su efímera existencia carnal (Vita Brevis) limitaría la interpretación".

Ante tales palabras, muchos en la Asamblea del bosque experimentaron una especie de renacer o despertar en su alma. Otros, desafortunadamente, no hacían sino acompañar al papagayo de forma similar que lo hace el coro a un desconcertado solista.

Dice la leyenda, y confío en su veracidad, que la serpiente en aras de perpetuar su enseñanza adoptó una postura hierática que, en dramático gesto, expresara toda la sapiencia. Introduciendo el extremo de su cola en sus ctónicas fauces trazó un colosal círculo.

Desde entonces, según me confesó el Lince, el "origen" ansía en devorar su "fin"; mientras que el "fin" desespera por el advenimiento escatológico de ese Mesías cuya esencia radica en la "apocatástasis" (***). Así cada acción deja su legado en la reacción, la causa en el efecto, la luz en las sombras, el sol en la tierra, el día en la noche, la vigilia en el sueño, el hombre en la mujer.


(*) Es la variante, entre los irracionales, del término DEMAGÓGICO. Utilizado con frecuencia entre los hombres, considerados habitualmente como "animales racionales", para referirse en forma peyorativa al presunto conductor o guía (falso líder) del pueblo.

(**) Alusión a Hipócrates de Cos (s. IV a. C.), célebre médico griego.

(***) Del griego ἀποκαταστάσεως, "restauración". En el sentido de reintegrar la cosas en su origen. La fuente cristiana del concepto está en un pasaje de Hechos (3, 20 ss.).


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